Durante medio siglo
la poesía fue
el paraíso del tonto solemne.
Hasta que vine yo
y me instalé con mi montaña rusa.
Suban, si les perece.
Claro que yo no respondo si bajan
echando sangre por boca y narices.
Nicanor Parra. Versos
de salón, 1962. En Antología de la
poesía hispanoamericana contemporánea 1914-1970. Alianza, 1973.
Imagen: Dagmar Hochová. De la serie Niños, 1960.
¡Mes subo, me subo! Quiero compartir esa mirada y esa risa, aunque sangre por boca y nariz, y aunque me rompa algunos dientes.
ResponderEliminarAh, la imprudencia de los cronopios!
ResponderEliminarVerdad... pero, es que los famas son tan aburridos...
Eliminar... y bastante canallas
ResponderEliminarmuy, muy canallas
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