Nuestro padre Moloch gobierna nuestras vidas.
No lo puedes dudar, eres lo que atesoras;
tu cuerpo se prolonga en posesiones plácidas
que te otorgan deleites justamente ganados.
Este es el tiempo amargo en que todo se compra:
la tierra, el mar y el cielo, almas y voluntades,
impera la codicia y el rico resplandece
sabio, justo y capaz; todo ante él se inclina.
La sagrada familia heredará el bagaje,
eternizando el noble aliento del ungido.
En este lodazal de espantosa miseria,
relumbran espejuelos y es la muerte quien triunfa.
Jesús Aller. Los
dioses y los hombres, KRK, 2012.
Imagen: Ilustración alemana del rey Moloch, siglo XVIII.
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