Sobra
comida china en el frigo
o tu manera
de arreglar el mundo
en una tragaperras.
Sobran los mantas negras
deshechos por las mareas
y que resuelven con un croissant
en el café de la esquina.
Sobra que canceles
la tarjeta del bingo,
o que decores la casa
con muebles del Ikea.
Sobran los hombres
que recogen el pan que tiro.
Sobra el Chanel homicida
que anilla mi cuello.
Sobran los besos
que me das en la cara.
Sobra el tonto
que inventó
los corazones lentos.
Sobra tu soberbia
con sabor a ginebra tridestilada.
Sobra la ropa
que sobra en el armario.
Sobran los niños muertos
en primera plana.
Sobra el rollito zen
de poeta chungo
que me marco.
Sobra
que ya me resbalas
y que yo tropiece
en tu charco de la nada.
Sagrario Manrique. Arderás
entre todas las mujeres. Amargord,
2017.
Imagen: Robert
Doisneau. Mademoiselle Anita, 1951.
Muchísimas gracias Conrado. Me emociona leer mi poema en tu blog. Estoy releyendo "De vivos es nuestro juego". Nunca es como la primera vez. Sube el nivel. Besazos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias a ti, Sagrario. La emoción siempre es buena.
ResponderEliminar(No sé qué habrá pasado, tu comentario me viene en el correo, pero no sale aquí. Los duendes, supongo)
Un abrazo muy fuerte.