…¿Quién es «usted»? ¿Alguna
vez reconfortó sus sienes
con el ungüento de la
modestia y se preguntó usted
quién es usted, qué es
usted, fuera de la materia
en que consiste, y a cuyas
leyes debe su consistencia,
su aglomeración, el
equilibrio laborioso
de sus megamillones de
neuronas?... ¿Qué cree usted
que son su nombre y su
soberbia, su costumbre
de mando, su poder sobre
quienes pronuncian
con precaución su propio
nombre, la altanería
con que maltrata a sus
contemporáneos reos de vejación,
vestidos de arpillera y de
sometimiento? ¿Quién
es
usted? Nuestra casa canta en el pentagrama
del Sistema Solar, cuya
posada es la Vía Láctea:
en la galaxia hay miles de
millones de proles
planetarias: y en el Espacio
hay miles de millones
de galaxias: ¿quién es usted? ¿Qué le sucede a usted
cuando para imponer su
nombre, la arrogante bandera
de su ejército de miseria y
poder, le complace
sembrar humillación en este
huerto de la gente?
¡He aquí el maravilloso
huerto de la gente!
He aquí nuestra posada
común. He aquí la intensidad
y la fugacidad de nuestro
júbilo… Es aquí donde
nuestra costumbre de padecer
erráticos en el barranco
de la ignorancia nos
deposita en la sospecha de que allí,
Antes, en la fragua de
nuestro destino, fulge un mandato
suntuoso: Hágase la
Fraternidad. …Es aquí, en casa,
donde la humillación,
lentitud y fruición del asesinato,
demuestra ser
incomprensible, y luego insoportable
y, finalmente, odiosa. Es,
pues, aquí, en casa, en donde el humillado,
con todo el derecho que le
confiere el saberse heredero
del dolor de la Especie, y
destinado al trago de la muerte,
traga la humillación y la
transforma en rabia,
en resentimiento, en odio,
en estupor:
y es aquí, en casa, en donde
el estupor, disfrazado
de asunto personal, deviene
cósmico: se convierte
en conciencia. Es aquí donde
la conciencia, la inconsolable
criatura múltiple, encuentra
la grieta en luz del túnel,
la cima del consuelo: la
creación de formas de lenguaje.
Félix Grande. Libro de familia. Visor, 2011.
Imagen: László Moholy-Nagy, 1927.
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