Nosotros que quisimos
entregarnos
a la Teoría de la
Literatura, recorrer
el prodigioso siglo XX en
las obras tenaces
de formalistas, marxistas, o
deconstructivistas,
etcétera etcétera henos aquí
rodeados de tiburones. Mira,
fíjate,
una metáfora, dice alguien.
Pero qué va:
los tiburones son reales.
José Daniel Espejo. Música para ascensores. Editora Regional
de Murcia, 2007.
Imagen: Robert Frank.
Londres, 1951.
Y fíjate, sus ávidas fauces están por todas partes... aunque ellos las llaman 'sucursales'.
ResponderEliminarSalud!
Y fíjate también, los tiburones se han constituido como los veraderos poetas, críticos y magos del lenguaje. Salud!
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