miércoles, 8 de enero de 2020

OTRO EVANGELIO


Cuando hay trabajo recogemos fruta.

Cuando no, salimos a pintar.

Tenemos los dedos deshechos,

nos sangran las yemas por el roce de las tizas.

Empleamos el amarillo, el gris

y el color carne.

Nosotros pintamos más bien cosas tristes.

Algo como lo que está pasando en el mundo:

Cristo clavado en la cruz

y tormentas.


(Confesión hecha por Ricardo Soto, gallego de Santiago de Compostela, y Marino Rivera, madrileño, ambos campesinos temporeros, al periodista Mauro Muriedas de Alerta de Santander, quien los entrevistó, el 11 de junio de 1985, en pleno trabajo, sobre el asfalto)




Esteban Peicovich. Poemas plagiados. Bajo la luna, 2008.

Imagen: Pejac

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