Yo, aunque no lo creáis,
he nacido muerta,
y decía mi padre
que hubo un tiempo
en el que los niños y los hombres,
las mujeres, las niñas,
las personas mayores
-casi siempre-
nacíamos muertas.
Luego resucitábamos,
-o no-
pero algunas,
se seguían muriendo poco a poco,
de ciudad en ciudad,
de llanto en llanto,
de laberinto en laberinto.
Se morían de pie o de rodillas,
en el bosque, en la plaza,
en las trincheras.
Se morían de muerte artificial,
de tristeza congénita,
de repente,
de sobrarles la boca y el estómago,
de seguir vivas.
Yo, aunque no lo creáis,
he nacido muerta,
pero aquí me tenéis,
aún sigo viva,
intentando
no quererme morir
hasta el último aliento
del reloj.
Nieves Álvarez Martín. Desde todos los nombres (Abecedario del olvido). Cuadernos del Laberinto, 2014.
Imagen: Xavier Miserachs. Barcelona, 1966.
Karl Kraus - Los últimos días de la Humanidad - Acto 5º
ResponderEliminarEscena quincuagésimoquinta.
En el Monte Gabriele. Cadáveres insepultos, casi descompuestos, apilados en un inmenso montón. Una bandada de cuervos vuela graznando en torno al botín.
LOS CUERVOS CANTAN:
Siempre fue nuestro sustento
la carne de los caídos,
pues por vuestro apareamiento
estamos muy bien servidos.
Nunca nada hemos pedido
y alimento nos vais dando,
que con tanto hombre podrido
nuestra hambre se va saciando
La victoria celebramos
si las víctimas aumentan,
con graznidos las llamamos
y por millares se cuentan.
Cuervos son los generales
graznando tópicos verbos.
¡Donde yacen los mortales
generales son los cuervos!
Podéis perder la batalla,
no es motivo de vergüenza.
¡Damos, vos y nos, la talla,
pues no existe quien nos venza!
Sí, vivitos y coleando
estamos, seres gemelos,
de la guerra disfrutando,
generaluchos, grajuelos.
Si juntáis nuestro alimento,
de comer no nos privamos.
No ha sido el hambre tormento
desde que tropa escoltamos.
Hambre no es nuestra virtud,
hambre es morir como un paria.
De allí nuestra gratitud
por no estar en retaguardia.
Allí la miseria: niños
y ancianos viviendo inertes,
mientras aquí sin cariño
la tropa nos da su muerte.
Vuestro matadero es bueno
para sus mejores clientes.
Siempre estará el cuervo lleno
mientras la tropa reviente.
Traducción: Adam Kovasics
Aumentad el presupuesto
Eliminaren ejércitos y drones:
pronto el mundo será nuestro
con los muertos a millones.
Gracias, Juan, por este poema tan certero. Salud!