A Eliodora Puche
I
Mientras muere la Europa corrompida,
mientras rugen los odios de las razas,
mientras todo se nubla en occidente
y la nube de sangre se derrama,
entonemos el himno de la vida,
el himno de la vida y esperanza,
resguardando las liras en el hondo
corazón de la noche que tú cantas.
II
Mientras rueda el cañón sobre los campos
que el labrador con su sudor regara,
mientras sea en poder de los verdugos
la tierra conquistada,
entonemos el himno de la vida,
el himno de la vida y esperanza,
resguardando las liras en el hondo
corazón de la noche que tú cantas.
III
Mientras todo flaquea y se derrumba
al golpe de los bárbaros sin alma,
mientras todo se cubre de vergüenza,
mientras van hacia el mar todas las lágrimas,
entonemos el himno de la vida,
el himno de la vida y esperanza,
resguardando las liras en el hondo
corazón de la noche que tú cantas.
IV
Y en tanto Primavera no dé flores
en la Europa doliente y conturbada,
mientras cubra la púrpura sangrienta
sus campos de esmeralda,
entonemos el himno de la vida,
el himno de la vida y esperanza,
resguardando las liras en el hondo
corazón de la noche que tú cantas.
Alberto Ghiraldo. En Entre los poetas míos… Alberto Ghiraldo. Cuaderno de Poesía Crítica nº. 142. Biblioteca Omegalfa, 2020.
Imagen: Martín Malharro. El arado, 1901.
"A tus atardeceres rojos
ResponderEliminarse acostumbraron mis ojos... "
" ...entonemos el himno de la vida,
el himno de la vida y esperanza... "
https://youtu.be/u6NzBDR5u2w?si=4RpIJXbmksRaTiB8
Salud, Conrado!
Ganas de volver a pisar aquella tierra, Juan. Salud y gracias por tanta vida!!
Eliminar