A Zulema Silva, su madre
¡Mirad
a mi hijo,
miradle
a la cara,
la
flor de mi vida,
la
luz de mi casa!
¡Mirad
a mi hijo,
se
mató en la fábrica!
Juan
Carlos Vallejo,
así
se llamaba,
sólo
veinte años,
¡miradle
a la cara!,
veinte
amaneceres
y
ya con mortaja.
Era
otro emigrante
de
los que aquí andan,
otro
ecuatoriano
venido
con ganas
de
abrirse a la vida
con
fe y esperanza.
¡Ay,
hijo querido,
mi
hijo del alma,
aunque
sin papeles,
qué
bien trabajabas!
¡Mi
hijo querido,
tan
frío en la fábrica!
Y
aquellos patronos
de
negras entrañas,
aquellos
malditos
sin
ley ni palabra,
que
todo temían
(¡miradle
a la cara!)
salvo
la mentira
y
la canallada,
salvo
la justicia
divina
y humana,
aquellos
malditos,
no
respetan nada.
Tan
pronto mi hijo
cayó
y se mataba,
¡ay,
Virgen María,
las
carnes me sangran!,
el
mono le quitan
y
le desnudaban,
ladrón
le decían
(¡miradle
a la cara!),
ladrón
le decían
y
él se desangraba.
¡Ay,
hijo querido,
mi
hijo del alma,
nadie
te defiende,
cuando
te difaman!
Y
a aquellos malditos,
de
tan negra entraña,
la
gente de orden
hasta
los alaba
y
como a unos santos
les
pone peana.
Vergüenza
no tienen
ni
tienen agallas.
Esta
muerte negra,
¡ay,
hijo de mi alma!,
te
alcanzó en La Rioja,
sea
vil su fama,
en
Baños del Tobías,
arda
entre las llamas,
que
allí no hay morralla.
Este
romance tiene su origen en el suceso ocurrido en el año 2003 en el pueblo
riojano de Baños de Río Tobías, en donde el trabajador ecuatoriano Juan Carlos
Vallejo perdió la vida en un “accidente” laboral. Cuando un hijo del dueño del
almacén donde trabajaba descubrió el cadáver del joven, le despojó de su ropa
de trabajo y dijo luego a la policía que seguramente se trataría de un ladrón
que había ido a robar. Condenados posteriormente los dueños del almacén,
autoridades locales y regionales pedían el indulto para el empresario. Zulema,
la madre de la víctima, recorrió Madrid recogiendo firmas para exigir que se
hiciera justicia.
Conrado
Santamaría. Cancionero de escombros con
hoguera. Trabuco ediciones, 2014.
Imagen:
Joaquín Sorolla. ¡Y aún dicen que el
pescado es caro! 1894
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