domingo, 20 de agosto de 2017

Es tan sólo un reflejo lo que brilla



Es tan sólo un reflejo lo que brilla

en la ciénaga,

arriba de sus aguas,

cabrilleos de luz

que el aire estremecido

hace estallar en chispas

como alondras de oro por el cielo

de una mañana encinta.


Mas luego,

cuando el sol ya se ha ido,

al temblor de las sombras,

las aguas de la ciénaga se opacan

y se hinchan como un cadáver turbio.

Y, allá en el fondo, sordamente bulle

una vida pudriéndose de larvas.





Conrado Santamaría. La noche ardida. Ruleta Rusa Ediciones, 2017.

Imagen: Alfred Kubin. Der Tümpel, 1905.

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