La honda en la mano fratricida,
la piedra y el espacio,
de nuevo la piedra,
la piedra ensangrentada.
En la galería de la academia de Florencia
un David
tallado en piedra de mármol de Carrara…
Mientras tanto,
el granito, el mármol, el cuarzo,
la pizarra y el carbón
aguardan en la mina
las hábiles manos
de los hijos del llanto.
Cuándo, compañeros,
cuándo seremos nosotros
los escultores de la historia.
Eladio Méndez. La memoria
encendida. Amargord, 2017.
Imagen: Mircea Suciu. Autoexilio,
2013.
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