Trazaste un arco entre la
mies y el asfalto, entre resistencia y ataque, entre biografía y discurso.
Conoces de la solidaridad sus heridas y esperan su germen los surcos que
abriste. Porque sale caro, señores, ser poeta, cuánta sangre en los versos y
cuánto verso en la sangre de la militancia y la calle.
Nos unen la dalla en el
cereal y la sierra en el pino, el enemigo enfrente y el compañero al lado y
aunque a veces te pones severa con las
antiguas ideas escritas, sale a mi rescate el agua de tu verdad, cuando metes
silenciosamente la belleza profunda en la palabra de riesgo y subes a la página
lo que colocaron al margen.
Bernardo Santos. Retratos. Las hojas del baobab, 38.
stabil&estudillo editores, 2020.
Imagen: Nikolái Matorin. Una tejedora, 1960.
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