Spinoza fue excomulgado por los rabinos
hasta el fin de los tiempos.
Lanzaron contra él
todas las maldiciones del Deuteronomio.
Se mudó entonces a una ciudad vecina
y a un cuarto con mucha luz
para seguir tranquilamente puliendo
sus instrumentos ópticos y su Ética.
Lasse Söderberg. Las piedras de Jerusalén. Linteo, 2014. Traducción: Lasse Söderberg y Ángela García.
Imagen: Casa donde vivió Spinoza en Rijnsburg, Países Bajos, con los instrumentos propios de su oficio, pulidor de lentes.
“Aquellos que cuando ignoran algo recurren a la voluntad de Dios, desvarían totalmente. Forma ridícula de confesar la propia ignorancia”. Baruch Espinoza
ResponderEliminarEste gran filósofo fue un excelente pulidor (de lentes también).
Salud!
"Escupe sobre esta tumba. Aquí yace Spinoza", dicen que escribieron los rabinos como epitafio en la lápida del filósofo. No hay mejor testimonio de excelencia. Salud!
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