Pensaban que estaba ocioso
en sus prisiones estrechas,
y nunca estarlo ha podido
quien firme al pie de la brecha,
en guerra desesperada
contra sí mismo pelea.
Pensaban que estaba solo,
y no lo estuvo jamás
el forjador de fantasmas,
que ve siempre en lo real
lo falso, y en sus visiones
la imagen de la verdad.
Rosalía de Castro. En las orillas del Sar, 1844.
Imagen: Paul Klee. Drawn One, 1935.
No hay sensatez cautiva, sino astuta.
ResponderEliminarBastará con no reconocer su autoría:
Ser suelo al caer.
"Cautus sis", que rezaba la leyenda del anillo de Spinoza. Salud!
EliminarSalud, poeta.
ResponderEliminar