Cada zapato deja rastro
línea abierta al pasado
explicando el origen
el punto de partida
el punto muerto
el punto de droga
o el punto de vista
cara y memoria
suelo y orilla.
A cada lado de la cama
el zapato se ata con su lazo:
al extremo lo que somos.
Seres al borde.
Borde de barco.
Borde bordado en porcelana.
A cada lado del cordón
los colores se prenden solos
como plantita de orégano
como paso de soldada y sin fusil.
Las huellas son
voces sin cencerro
mariposa sin alas
mentir sobre lo mismo.
Hay zapatos por todas partes
y en los ojos recién nacidos
de cada día
canta la suela
a su lengua muda.
Farah Hallal. Cuarto oscuro. Amargord, 2017.
Imagen: Jasper Johns. High School Days, de Lead Reliefs, 1969.
No hay comentarios:
Publicar un comentario