Madre:
Dame esa vieja lanza
Que usó el padre
Y el padre del padre
Tráeme mi arco nuevo
Y el carcaj repleto de flechas
Que parto a matar al tirano
Mira mis ojos
Observa mi descripción
Pertenezco a un pueblo de revueltas
Observa mi hechura
de escaramuzas y levantamientos
Mi pulso no temblará
Madre:
dame esa lanza
esa vieja lanza
y ya no habrá más tiranos
nunca más dictadores
sobre mi pueblo, sobre tu miseria
sobre tu miedo.
Francisco Zamora Loboch. En Antología de la literatura guineana. (Ed. Donato Ndongo-Bidyogo).
Editora nacional, 1984.
Imagen: Vasiliy Smirnov. La muerte de Nerón, 1888.
fascinante, sólo con una decena de personas así y con la lanza en la mano y con otra decena que cuente su historia y otra decena que quiera una lanza en su mano, se acabarán para siempre los traidores y criminales del pueblo
ResponderEliminarplacer venir por tus escombros y ver siempre el fuego encendido, salud
El placer es mío, Mareva. Ay, la propaganda por el hecho...
ResponderEliminarDame esa lanza, o un túnel y un Dodge 3700 GT. La propaganda por el hecho...
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