Si salgo un día a la vida
mi casa no tendrá llaves:
siempre abierta, como el mar,
el sol y el aire.
Que entren la noche y el
día,
y la lluvia azul, la tarde,
el rojo pan de la aurora;
la luna, mi dulce amante.
Que la amistad no detenga
sus pasos en mis umbrales,
ni la golondrina el vuelo,
ni el amor sus labios.
Nadie.
Mi casa y mi corazón
nunca cerrados: que pasen
los pájaros, los amigos,
el sol y el aire.
Marcos Ana. Poemas de la prisión y la vida. Tabla rasa, 2011.
Imagen: René Magritte. The Empty
Picture Frame, 1934.
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