Lavaste tu conciencia
y la colgaste en el cordel
donde se seca la ropa limpia
Pero cayeron gotas de agua sucia
que formaron un charco
y luego un río turbio
que fue a dar a la mar
Por ese mar navegan acorazados
destroyers portaviones
submarinos atómicos
que escupen fuego radiactivo
Los que no tienen nada
sólo tuvieron que lavar su sangre
y recoger los heridos
y enterrar a sus muertos
Óscar Hahn. En un
abrir y cerrar de ojos, 2006. En Archivo
expiatorio. Poesías completas (1961-2009). Visor, 2009.
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