Cuando tu país alce
alambradas
hasta las nubes
y las encumbre con
cuchillas, los aguaceros
mudarán en sangre.
No estreches la mano a los tullidos,
contempla
cómo se tiñen los paraguas,
ejecútate
la señal de la cruz
desde la frente al pecho
desde el hombro izquierdo
al derecho.
Gsús Bonilla. Viga. Ediciones liliputienses, 2015.
Imagen: Antonio Seguí. La distancia de la mirada, 1976.
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