A veces tenemos que decidir
entre lo malo y lo peor
y es en esas decisiones
donde yo me pierdo, se me nubla la cabeza
me entra el insomnio
paso de una opinión a otra y
casi diría si me apuran que me vuelvo un poco loca.
No sé decidir entre todo lo
malo, entre lo negro o el marrón,
no me interesa
prefiero no tomar parte de
oscuras mentiras.
María Ruiz Faro. En Voces del Extremo: poesía y capitalismo.
Fundación Juan Ramón Jiménez, 2008.
Imagen: Amalia García
Fuertes
¡Por todos los diablos, qué jaulas tan siniestras!
ResponderEliminarSalud
Loam, todas las jaulas son siniestras. Salud!
ResponderEliminarYa, ya... pero estas de la foto tienen una especie de fantasmagórico antropomorfismo que asusta. Por otra parte, la elección es, como siempre, muy acertada.
EliminarEn cuanto a elegir, pues comprendo a María, pero lo hacemos continuamente, lo peor es cuando ni siquiera podemos elegir.
Un abrazo, y a desalambrar!
La foto es brutal, sí, señor. En cuanto a lo de la elección, también lo comparto. E igual de malo que no poder elegir es vivir entre personas que creen que eligen libremente lo que les mandan que elijan. Y lo hacen con alegría. Y presumen. Salud!
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