Los versos que me faltan
se fueron detrás de su falda
de mujer,
detrás de sus pantalones de
lucha y de siembra.
Los versos que me faltan, se
fueron en silencio
en mi hora de silencio por
su recuerdo agudo.
Aniquilaron su sombra y esta
se hizo una tea sobre mis sienes…
horadada la selva de su
pecho
hoja de laurel conminada,
flor impávida
por la que levanto las
pancartas que la reclaman viva
y exigimos justicia
con dentelladas de
indignación
y su nombre hace justicia
cuando lo escribo
y su nombre hace justicia
cuando lo nombro
y su nombre hace justicia
con las vigilias del agua
y yo le hago justicia cuando
la sueño y llamo
con los megáfonos que
traspasan Centroamérica
yo le hago justicia cuando
pinto su rostro
en los muros de las plazas
rodeadas de rocío,
en las paredes de
resistencia de la avenida
y por los ojos del transeúnte
por donde su carácter entre
al pecho ajeno…
Esteban Binns Carpintero
(Ubia Üai Jä). Como si la vida fuera una
sola noche. Amargord, 2018.
Imagen: Berta Cáceres
En mi pecho entra y lo colma.
ResponderEliminarSalud!
Tienes entonces un pecho generoso y justo, Loam. Salud!
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