lunes, 23 de diciembre de 2019

DESCRIPCIÓN DE UNA SELFIE


Dicen que encontraron una foto en el sarcófago del

faraón Ramsés I. En el trasfondo, aunque un poco

borrosa, se ve la ciudad maya de Chichén Itzá, y más

atrás, cerca de la pirámide, las Torres Gemelas envueltas

en llamas. Dicen que la selfie fue tomada con un

smartphone hace miles de años, pero los incrédulos

replican que sólo son fantasías de personas delirantes.

En la foto se divisa también el océano Atlántico. En

sus aguas azules hay tres carabelas ancladas frente a una

isla, y al lado de la playa, con los motores encendidos,

la nave Apolo XIII, a punto de despegar. A la derecha

se ve la Torre Eiffel convertida en fierros retorcidos; a la

izquierda, los edificios del Kremlin reducidos a cenizas,

y al centro, la Basílica de San Pedro como ruinas de un

bombardeo. Sin embargo, los Jardines Colgantes de

Babilonia y el Faro de Alejandría relucen en todo su

esplendor. Inexplicablemente, el fotógrafo no aparece

en la selfie, pero en el suelo se proyecta su sombra.

Dicen algunos que puede ser un astronauta, o quizás un

extraterrestre. Y otros, no sin cierta incomodidad, que

puede ser un simio con una sonrisa en los labios.




Óscar Hahn. Reencarnación de los carniceros. Visiones de la Era Nuclear. Visor, 2019.

Imagen: Jason deCaires. Contenido. Museo Atlántico de Lanzarote.

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