Imagínate:
el soldado en la ciénaga de Masada
aprende patria, de la manera
más imborrable,
contra
cada púa en el alambre.
Imagínate:
los que no tienen ojos ni figura
te llevan libremente a través del gentío, tú
te vas fortaleciendo
cada vez más.
Imagínate:
tu propia mano
ha sostenido
este pedazo
de tierra habitable
alzado
de nuevo
a la vida
por el sufrimiento.
Imagínate:
esto me tocó en suerte,
en vela el nombre, en vela la mano
para siempre,
desde lo insepultable.
DENK DIR
Denk dir:
der Moorsoldat von Massada
bringt sich Heimat bei, aufs
unauslöschlichste,
wider
allen Dorn im Draht.
Denk dir:
die Augenlosen ohne Gestalt
führen dich frei durchs Gewühl, du
erstarkst und
erstarkst.
Denk dir: deine
eigene Hand
hat dies wieder
ins Leben empor-
gelittene
Stück
bewohnbarer Erde
gehalten.
Denk dir:
das kam auf mich zu,
namenwach, handwach,
für immer,
vom Unbestattbaren her.
Paul Celan. Soles filamentos / Fadensonnen, 1968. En Obras completas. Editorial Trotta, 2002. Traducción: José Luis Reina Palazón
Imagen: Peter Herrmann. Der ewige Soldat,1969-70.
De la mano de Celan en el aire, como un cuarteto de Beethoven, esa tierra que todo lo duele, donde -incluso lo que está enterrado- resulta insepulto. Tener manos para ver ese rumor incesante. Tener ojos para sostener ese incierto habitable. Tener vida que, en lo callado, tenerla dignifique.
ResponderEliminarSalud y feliz domingo, Conrado y compañía !!!
Esto nos ha tocado en suerte, dice el poeta, pero olvidamos, olvidamos el sufrimiento que sostiene la vida y nos significa, y nos lanzamos a bailar queriendo ser inmortales. Pobrecillas de nuestras ilusiones, tan desmemoriadas. Salud y feliz domingo, Joan!
Eliminar