Mira la tormenta de frente
aunque te llene los ojos de arena.
Protege la pasión que desnuda el espejo
y podrás conocer el otro lado.
Nunca temas a la soledad misma
(la misma que hace que te fumes
los cigarros como un títere)
ni a oír el eco que te reverbera.
Mira hacia atrás y reconócete
en los que quedaron por el camino.
Y asume, irreversible, tu final
pero no lo esperes.
David Trashumante. Parole, parole y otras palabras. Ed. Trashumantes, 2006.
Imagen: Holger Droste
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