Estamos acabando con los océanos
–dice la presentadora–, y a la vez
los utilizamos para suicidarnos –añado yo–.
Cinco billones de pedazos de plástico
nos desparraman por sus aguas:
nuestro plástico es su carne
nuestro plástico es su músculo,
arrecifes a flor de piel
no biodegradables.
Comentamos los noticiarios
como si supiéramos de lo que hablamos
–eso no podemos evitarlo–,
desperdiciamos el tiempo vertiendo teorías
sobre ancianos maltratados y homofobia,
corrupción política (valga la redundancia)
o de menores, guerras de diseño
compañías eléctricas, catástrofes naturales,
industria farmacéutica, soledad,
mujeres ninguneadas, vejadas, muertas,
calentamiento global… y océanos.
Todos los días la misma historia,
la misma reflexión, vertemos
impunemente –como plásticos–
nuestras soluciones sobre los demás.
Hablar no sirve para nada
porque está más que demostrado
y sin embargo,
el único mal que nos destruye
es el silencio.
Tirso Priscilo Vallecillos. En Hablamos de ti, capitalismo. 25 años de Voces del Extremo. VV. AA. Coord.: Antonio Orihuela. La Vorágine, 2023.
Imagen: Joseba Sánchez Zabaleta. Saco de plástico, 2019.
Gracias. En cualquier caso seguiré intentándolo. Este es el comentario que intenté publicar:
ResponderEliminarMi madre seleccionaba cuidadosamente algas mientras los niños jugueteábamos alegremente en la orilla del mar. Tras su paciente recolecta, nos llamaba y, uno a uno, nos frotaba amorosamente la piel con unas y el pelo con otras. "¡Ala, ahora al agua!".
No existían entonces ungüentos industriales ni porquerías envasadas "de marca", ni falta que hacía, el agua salada, las algas, el vinagre y el limón eran los mejores aliados de la higiene.
En términos históricos, podemos decir que eso fue ayer mismo, lo cual indica a qué diabólica velocidad se ha degradado todo.
Cuando estoy frente al mar veo a mi madre, cuando recuerdo a mi madre veo el mar... la mar.
Salud, Conrado!
Loam
Este comentario lo he recibido por correo electrónico porque Loam tenía problemas para subirlo al blog. Si alguien más tiene problemas con los comentarios, que me lo haga saber y así intentaré solucionarlos. Salud!
Conrado
Loam, tu comentario es de un lirismo evocador palpitante, toda una declaración contra la degradación que intenta eliminar lo vivo. Salud y resistencia!
EliminarEste comentario es todo ternura y sabiduría. Algas del mar sobre la piel del niño: la madre antigua que acoge, protege y da la libertad del mar a sus hijos. ¡Cuanta belleza, Loam!
EliminarGracias, Joan!
EliminarGracias, Conrado. Veamos si la maquinita admite este comentario.
ResponderEliminarSalud!
¡Vaya, por fin! Parece que ya funciona.
ResponderEliminarA ver si no se repite. Y gracias a ti, Loam. Salud!
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