Los tomates no tienen sabor
pero abaratan tus ensaladas
Los libros no tienen sabor
pero decoran tus estanterías
El trabajo no tiene sabor
pero financia tus hipotecas
Tu vida no tiene sabor
pero te queda el fútbol
Juako Escaso. Mañana sin amo. La oveja roja, 2013.
Imagen: Mircea Suciu. The Beast, s/d.
La conciencia no figura entre las especias
ResponderEliminarcon que condimentas y celebras
¡gooooooool...!
tu cotidiana capitulación.
Salud, Conrado!
Y antes del soberbio final que apuntas:
EliminarTus palabras no tienen sabor
pero altisonan tu menudencia.
Salud!