miércoles, 26 de diciembre de 2018

AL LETRADO WEI PA


A Jaime García Terrás

Arriba Shen y Shang giran sin encontrarse:

como las dos estrellas pasamos nuestras vidas.

Noche de noches, larga y nuestra, sea esta noche:

nos alumbra la mansa luz de la misma lámpara.

Miro tus sienes, miras las mías: ya cenizas.

Los años de los hombres son rápidos y pocos.

Brotan nombres amigos: la mitad son espectros.

La pena es alevosa: quema y hiela la entraña.

Veinte años anduve por el mundo inconstante;

ahora, sin pensarlo, subo tus escaleras.

Cuando nos separamos eras aún soltero;

hoy me rodea un vivo círculo risueño.

Todos, ante el antiguo amigo de su padre,

se aguzan en preguntas: ¿de dónde, cuándo, a dónde?

Preguntas y respuestas brillan y se disipan:

tus hijos han traído los cántaros de vino,

arroz inmaculado, mijo color del sol

y cebollas cortadas en la lluvia nocturna.

Hay que regar, me dices, con vino nuestro encuentro.

Sin respirar bebemos las copas rebosantes

diez veces y otras diez y no nos dobla el vino.

Nuestra amistad lo vence: es un alcohol más fuerte.

Mañana, entre nosotros –altas, infranqueables–

se alzarán las montañas. Y el tráfago del mundo.





Tu Fu (China, 712-770). Versión: Octavio Paz

Imagen: El poeta Tu Fu

No hay comentarios:

Publicar un comentario