Lago Ahvenlampi. Luosto
Dices
que te hubiera gustado
nacer en otra época.
Imagino tus días
despejando la nieve del camino,
ordeñando las vacas,
pescando por las noches en el hielo,
desalando un arenque,
preparando la sauna,
encendiendo la hoguera.
Un programa de acciones
eficaz
para sobrevivir
en nuestro propio tiempo.
Ariadna G. García. La Guerra de Invierno, 2013. En (Tras)lúcidas. Poesía escrita por mujeres (1980-2016). Edición de Marta López Vilar. Bartleby, 2016.
Imagen: Ellen Thesleffs. Eko, 1891.
Una vez hemos sido nacidos, nacer, como respirar, es un ir naciendo.
ResponderEliminarSalud, Conrado y compañía, y feliz semana !!!
Ahora, sin embargo, la tónica general ( la única que ahora significa) es que nos desnacen y a cada instante nos desviven a cambio de una hipoteca ideal y mortal. Salud, Joan!
EliminarClaro !!! ... por eso, ese ir naciendo es, también, lucha contra la condenación al desnacer al que te refieres
EliminarSalud y renacer a cada instante, Joan!
EliminarAunque los adeptos de la pantalla ni siquiera lo imaginen, existe un vasto y poblado mundo más allá del asfalto y las acristaladas mercancías, un mundo en el que la caña de pescar y la leña proporcionan el desayuno fresco. (Sólo hay que ir a la estepa rusa para com-probarlo).
ResponderEliminarSalud, Conrado, Joan y compaña!
Ahora, en vez de manejar útiles o herramientas que nos completan e integran, poseemos productos o mercancías que nos desposeen. El problema es que cuando llegue el colapso (si es que ya no estamos inmersos en él) habrá una humanidad expropiada de su ser y de sus relaciones. Salud, Loam!
Eliminar"productos o mercancías que nos desposeen"... Cuán cierto.
EliminarCuán cierto, cuán triste, pero también cuán esperanzador. Salud!
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