Un canto vacío no es una canción afónica,
si el que escribe trastabilla el paso, ¿significa
eso que deja de avanzar? ¿O solo progresa
con torpeza y su corazón aloja un desierto?
Esto que se desliza entre tus dedos es tu época,
para cuando escribes ya se ha ido, solo se escribe
lo que se ha perdido. Esta memoria hija de puta
falla cada vez más y por eso has asumido
la labor de tomar nota de cuestiones que a otros
nada importan. Nos empuja la premura látigo
del presente, del día a día, y la ansiedad por
ser alguien. Alguien que sea algo más que un testigo,
un mero declarante, un convidado de piedra.
Así que sigues escribiendo, poco te importa
el silencio, ¿si el que escribe trastabilla el paso
el poema sería un can cancanto can to
tartar tarta tar tartatar tar tarta mu do?
Enrique Cabezón. Canto tartamudo. Las hojas del baobab, 84. Stabile&studillo, 2024.
Imagen: Christer Strömholm. Marseille, 1950.
"...y la ansiedad por ser alguien..." He aquí la orden mortífera, a modo de lecho de Procusto.
ResponderEliminar¡Grande poema!
Y contra ese alguien un alguien otro desobediente y revelador. Salud, Joan!
Eliminar