Cuando descubrí que los cefalópodos tienen tres corazones
dentro de esos cuerpos invertebrados, glandulares,
sin coloración fija,
indefinidamente marinados en la incertidumbre de la especie,
camuflándose hasta no ser más
que una nube de tinta y arena,
entendí que el corazón es una metáfora fraudulenta
urdida a lo largo de los siglos
al final no es más que un órgano que se subyuga
a la fatalidad de la supervivencia rastrera,
impulsando la sangre en un círculo cerrado
de vasos débiles
el corazón no tiene singularidad alguna,
en los cefalópodos se triplica en una metástasis
poco ardiente, apenas lo suficiente
para propagar un hilo de vida esponjosa,
proyectar su mirada primitiva
entornada por párpados fríos
que no levantaremos hasta arriba,
hasta la pupila que refleja la sangre,
la de ellos, azul
y la nuestra, roja
o negra, cuando se espesa.
O coração enquanto metástase
Quando descobri que os cefalópodes têm três corações
dentro daqueles corpos invertebrados, glandulares,
sem coloração fixa,
indefinidamente a marinarem na incerteza da espécie,
camuflando-se até não serem mais
que uma nuvem de tinta e areia,
percebi que o coração é uma metáfora fraudulenta
urdida ao longo dos séculos.
afinal não passa de um órgão que se subjuga
à fatalidade da sobrevivência rasteira,
propulsionando o sangue num círculo fechado
de vasos débeis
o coração não tem singularidade alguma,
nos cefalópodes triplica numa metástase,
de pouca ardência, apenas o suficiente
para propagar um fio de vida esponjosa,
projectar o olhar primitivo,
semicerrado por pálpebras frias
que não levantaremos até cima,
até á pupila que reflecte o sangue,
o deles, azul
e o nosso, vermelho
ou negro, quando espesso.
Catarina Costa. Essas alegrias violentas, 2019. En Tras los claveles. 35 poetas portuguesas 1970 – 1999. VV. AA. Edición: Uberto Stabile. Traducción: J. León Acosta y Uberto Stabile. Garvm, 2022.
Imagen: Lucian Freud. Still Life with Squid and Sea Urchin, 1949.
No hay comentarios:
Publicar un comentario