viernes, 4 de enero de 2013

Circulación



El premolar solitario de una prostituta

muerta en el anonimato

llevaba un empaste de oro.

Los otros ya habían desaparecido,

como por tácito acuerdo.

El guardacadáveres se lo extrajo de un golpe,

lo empeñó y se fue de bailoteo.

Porque, decía,

sólo el polvo ha de volver al polvo.




Gottfried Benn. Morgue y otros poemas, 1912. En Gottfried Benn. Júcar, 1983. Traducción: José Manuel López de Abiada.

Imagen: Rembrandt. El buey desollado.

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