Compañeros de mi generación,
ojos truncos, leones insonoros:
se van acumulando en nuestras caras
los estragos sordos de los relojes
y no hemos quemado un solo cajero.
Pero ya lo quemaremos.
Nacidos en medio de dos rebeldías,
nunca supimos de nuestro piano
ni en qué lugar nuestro concierto.
Miraos: tenemos casi cuarenta años
y no hemos tirado una sola piedra.
Pero ya la tiraremos.
¿Vamos a dejar que afloje la cuerda
de la que tiraron nuestros abuelos
y a nuestros hijos que vayan solos
por la nueva turbina del vértigo?
Sí, ya sé que nunca les ganamos.
Pero ya les ganaremos.
Batania. Neorrabioso. Poemas y Pintadas. La baragaña, 2012
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