domingo, 15 de marzo de 2020

NO ESTARÍA MAL


El más gracioso juego de este mundo:

Enviar como carta linda bomba.

Jorge Guillén



No estaría mal que Trump muriera.

Lo digo a sabiendas de que es un pensamiento inmoral

y de que, probablemente, mi deseo me impida

entrar alguna vez en los Estados Unidos

por delincuente subversivo.

No me importa, mi pensamiento es justo.

Lo sé porque, cuando el señor Trump,

la Gran Mierda Rubia,

pisó suelo europeo, el apestoso mundo aplaudió

como ratas descerebradas,

como águilas y como cerdos.

Las puertas de la verdad se cerraron,

incluso las pequeñas puertas de la razón.

Entonces, las cenizas del señor Hitler

se regocijaron y removieron,

vocingleras y ensangrentadas,

porque su sosias acudía a visitarlo.

Juntos vomitarían mejor

la lacerante (y un poco estúpida) bilis de la maldad.

La suma fue sincera y el mundo exclamó:

mierda más mierda da mierda,

¡viva su abundancia!

Ambos comparten la marca tumefacta

de quienes no deberían haber nacido,

pero de esto mejor no hablar ahora

por si acaso me atrapa su mierda, ay,

culpable de intento de asesinato como soy.

 


Adolfo García Ortega. kapital. ya lo dijo casimiro parker, 2020.

Imagen: Loretto street art

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