Meditad preferentemente sobre las frases más vulgares que suelen ser las más ricas de contenido. Reparad en ésta, tan cordial y benévola: «Me alegro de verte bueno». Y en ésta de carácter metafísico: «¿Adónde vamos a parar?» Y en estotra, tan ingenuamente blasfematoria: «Por allí nos espere muchos años». Habéis de ahondar en las frases hechas antes de pretender hacer otras mejores.
Antonio Machado. Juan de Mairena, 1936.
Imagen: Antanas Sutkus. Joven médico, 1970.
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