Las nubes colgaron como hollejos
los ríos se estancaron muertos
se extinguieron las aves y los peces
en las montañas se secaron los árboles
la última ballena se hundió
en las aguas como una catedral
el elefante sucumbió
en el zoológico de una ciudad sin aire
el sol pareció una yema arrojada en el lodo
los hombres se enmascararon
sin noche y sin día
caminaron solitarios por el jardín negro
Homero Aridjis. Quemar las naves, 1975. En El consumo de lo que somos. Muestra de poesía ecológica hispánica contemporánea. Ed. Steven F. White. Amargord, 2014.
Imagen: Arnau Alemany
Hay quienes escriben voluminosas novelas o hacen tortuosas películas para intentar decir lo que este hombre condensa de manera fulminante en un breve poema.
ResponderEliminarSalud!
Esta es una de las tareas de la poesía, aunque también son necesarios los ensayos bien razonados y argumentados. Todo suma. Salud!
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