OIGO QUE EL HACHA HA FLORECIDO,
oigo que el lugar no es nombrable,
oigo que el pan que lo mira
salva al ahorcado,
el pan que le coció la mujer,
oigo que nombran la vida
el único refugio.
ICH HÖRE, DIE AXT HAT GEBLÜHT,
ich höre, der Ort ist nicht nennbar,
ich höre, das Brot, das ihn ansieht,
heilt den Erhängten,
das Brot, das ihm die Frau buk,
ich höre, sie nennen das Leben
die einzige Zuflutcht.
Paul Celan. Parte de nieve/Schneepart, 1971. En Obras completas. Traducción: José Luis Reina Palazón. Trotta, 1999.
Imagen: Michael Ackerman
Interesantes tus letras saludos desde Miami
ResponderEliminarMuchas gracias. Un placer que te pasees por aquí. Salud!
EliminarOye qué no hacemos confrontados a nuestros daños.
ResponderEliminarSalud y discernimiento.
Oye qué no haríamos desbrozados de tantos espectros. Salud y sí!
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