1ª VOZ
Este negro no vale dos chelines.
(Está sudado, trabajado, feo).
Sabe cantar espirituales,
eso sí; nada más. Y al acabar,
mira arriba buscando no sé qué árboles
divinos donde ahorcarse. Tontería.
Yo nací yanqui, y porque él naciera
negro, no es para tánto.
Sabe pronunciar
algunas sílabas bobaliconas:
que sí, que basta. Y al mirar, parece
que lamiera las manos. Y repito que, triste,
sabe cantar espirituales.
2ª VOZ
- Madre, cómprame un negro para usar
el dulce látigo que me regalaste.
Mi látigo de lengua
que habla duro. Un perfecto diálogo
habrá si tú me compras un negro. Entre su carne
y mis manos se entablará viva
correspondencia! Cuando él grite, yo
me animaré, me animaré.
Él clamará por Dios,
y a mí, por todos los diablos, que
me gustará su música.
Cómprale
oh mamita, ese negro al tierno hijo
de América del Norte por la gracia
de Lincoln.
Siempre hubo día
y noche. Cómprame, mamita,
la noche de ese negro. Y verás cómo pronto
arden fieras estrellas en su piel.
Gaspar Moisés Gómez. Con ira y con amor. Álamo, 1968.
Imagen: David Goldblatt. Man Sleeping, Joubert Park, Johannesburg, 1975.
El horror tiene su lírica, para dejarlo en crudo a los pies del hombre de carne y hueso. Sin coartada.
ResponderEliminarSalud, poeta.
La lírica del horror, la que nos toca. Salud, LaNanaFea!
EliminarTremendo... La crueldad es también un juego que se enseña de generación en generación hasta que dejemos en paz a los hijos...
ResponderEliminarLa crueldad es parte sustancial de la estructura que interesa al Poder y que, por debajo de su discurso, intenta imponer con los hechos. Salud!
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