El año del Señor de dos mil y lo que siga
–dudo de que podamos llegar a tres mil–
es un constructo ajeno a nosotros,
algo para familias y tutores legales.
Entre estas paredes, bajo este techo de cristal,
los años son desde septiembre y hasta agosto.
En esta sucesión hay poco margen para la sorpresa:
septiembre es, sin excepción, un mes de trabajo enajenado,
y octubre es una jaula.
Diego Román Martínez. Un agradable sabor a menta. La Bella Varsovia, 2021.
Imagen: Toyen. Horror, 1937.
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