miércoles, 22 de febrero de 2023

CUENTAS PENDIENTES


 

Un hombre de carne es un hombre de sueño

la verdad no se parte

Octavio Paz

 

Si osas conocer el mundo:

crecerá en tu viña la confianza,

conseguirá verter el miedo,

caerá el dolor desvanecido.

 

Pero conocer no es suficiente,

se ha muerto de voluntad el viejo siglo;

Nietszche lanzó el reto al superhombre.

Y ser sabio ahora, es un deber inútil.

 

Amanece mustio el libro de cuentas,

no puede cuadrar en su recuento

de las horas. Embusteras,

sometieron sus minutos a un tiempo

que vivió en tierra de nadie.

 

Voraces, ostentan un poder incapaz

de regentar; son de niebla.

La mitad del mundo muere de hambre,

de tristeza. O tragado por la ola, sin luz.

 

Apenas se ajustan los números

a su imperioso afán,

apenas sabe nadie cómo descifrar

lo imposible y volverlo digno.

 

Si  existiera acaso el cromosoma

que hiciera cuadrar razones…

cuando la tarde camina ávida

de unas manos y busca ser saciada.

 

Si es preciso olvidar el dolor opaco

que descose y que instala impune

en un respirar radioactivo.

 

Cuando en el día a día el vacío bronco

hace estragos hasta quebrar

los huesos y los minutos

son pústulas que hablan con su lenguaje

de quemazón.

 

No existe palabra que calme, ni juez,

ni político, ni siquiera amante,

que te ayude a olvidar.

Porque la bestia hambrienta te ha engullido.

Y acabas por perder la confianza.

 

Que no te cuenten que mañana, tal vez,

será mejor que ayer.

No salen las cuentas de la vida,

no cuadran los números, no encajan.

 

 

Teresa Ramos. En Voces del Extremo. Poesía y economía. Coord.: Ángela Orihuela Martín. Amargord, 2021.

Imagen: Ersilia Leonini. Tic tac, tic tac, 2018.

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