Apareció de pronto
delante de las manos temblorosas
un extraño muro de vidrio,
un muro sin consuelo
crucial como la luz de primavera a mediodía.
Antes todo estaba en su sitio.
Todo permaneció en su sitio
tras el muro:
la hierba el perro las vacas
la casa el coche.
Sola, sin más
deber que su
conciencia, se sentó y
miró el muro
de vidrio: en su sitio,
desconsolado y último.
EL MUR DE M. H.
Va aparéixer de sobte
davant les mans paoroses
un estrany mur de vidre,
un mur desconsolat,
decisiu com la llum del migdia.
Abans tot era a punt.
Tot es quedà a punt
a l’altra banda del mur:
la gespa el gos les vaques
la casa i el cotxe.
A soles, sense més
compromís que la seua
consciència, va seure i
es va mirar el mur
de vidre: puntual,
desconsolat i últim.
Begonya Pozo. En JA!MUSEU. Les jams de poesia del cafè Museu. VV. AA. Versión: José Luis Falcó. El búho de Minerva Ediciones, 2014.
Imagen: Francesca Woodman. Sín título, 1975.
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