El paraíso perdido, dice Cecil Manning, está en la imaginación angustiada de algunos monos amazónicos que lloran día y noche la desgracia de llegar alguna vez –en la imparable declinación de las especies– a ser homínidos. Las señas maliciosas y torpes que se intercambian en ciertas peleas parecen referirse a la condición de hombre. Muchos de estos simios se niegan a reproducirse, languideciendo en una apática sucesión de amaneceres y ocasos a los que son indiferentes, en tanto otros observan cuidadosos a sus crías, a las que dan muerte al primer destello de inteligencia.
Rafael Pérez Estrada. Jardín del Unicornio, 1989. En La palabra destino. Antología. Prólogo, selección y edición: Juan Carlos Mestre y Miguel Ángel Muñoz Sanjuan. Hiperión, 2001.
Imagen: Masao Yamamoto. Nakazora #1254, 2005.
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