jueves, 23 de mayo de 2019

Quiero en mi ley cumplirme


Ni la bestia ni el ángel,

quiero mejor la exacta medida de lo humano;

a través de mi carne

hacer tangible el soplo

divino que me mueve;

quiero mascar con gusto

el puñado de tierra que me llena la boca,

complacerme en el pan

que mi sudor amasa,

en el canto que brota de mi lado encendido

y, apasionadamente,

hacer mis días densos, de olor y sabor míos,

en torno a mí apretados.

Ni el ángel ni la bestia,

ni pezuñas ni alas.

Prefiero pies ligeros para medir andando

los caminos del mundo

y unos brazos abiertos,

saetas disparadas a los cuatro horizontes

en una incontenida efusión de ser vivo.

Quiero en mi ley cumplirme;

escuchar el obscuro redoble de la sangre,

sentir la escocedura de la lágrima

y el fresco rezumar del gozo.

Me complace la exacta medida de lo humano;

pero si la pasión desborda la medida

amo sentir como se trueca en fuego

la arcilla ordinaria.





Lucía Sánchez Saornil. Estrofa, cuaderno mensual de los artistas burgaleses, número 22, octubre de 1955.

Imagen: Portada de la revista Estrofa.

Para saber más sobre este poema, consultad el artículo de Ignacio C. Soriano Jiménez en el siguiente enlace:

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