jueves, 16 de julio de 2020

CENSURA


            Compañera, mis tijeras no cortan:


Tu piel es mi destino.

No dejaré que bajes escaleras

y atisbes el dominio de las simas.

En sótanos se ocultan las guadañas

de quienes firman las penas de muerte.

Que nadie te adoctrine en los colores

ni el teléfono suene a medianoche.

Los enemigos crecen en lo oscuro.


Recorreré los cuartos del olvido,

los calendarios y sus fieros límites

con la libre conciencia del deseo.

Seré un escalofrío si presientes

detrás el sobresalto de una sombra.



Comienza abril de 1992. La censura nunca ha terminado.





Isabel Pérez Montalbán. Cartas de amor de un comunista. Germanía, 1999.

Imagen: Julio de Diego. Spies and Counter Spies, 1941.

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