jueves, 30 de julio de 2020

MI TRIBU


Mi tribu se reconoce aun en las más oscuras catacumbas

porque ellos son portadores de la luz.

Se reconocen porque aman libremente,

porque todos cuidan de todos,

porque comparten el pan aunque escasee

y cantan aun amordazados.

Porque sin palabras escriben con la mirada

y su hazaña es vivir-se.

Mi tribu es toda manos en busca de otras manos

para no soltar la fuerza que las une

y transmitirla a lugares que ni siquiera conocerá,

y es toda oídos, mi tribu,

para escuchar atenta el latido que desde allí llegue.

Mi tribu no se detiene ante la fuerza bruta

porque tiene el poder justo de la decencia.

Mi tribu se rebela cada mañana

y en el mínimo gesto muestra su valentía.

Mi tribu habla de amor a todas horas,

lo reparte, se besa, llama a la fiesta,

hace música, poesía y pan,

puede dormir al sereno, comer cristales y beberse la sed,

mientras permanezca como uno.

Mi tribu tiene agujeros en los bolsillos, deja caer semillas,

es, mi tribu, una grieta por la que entra la luz precisa.




Begoña Abad. En Voces del Extremo. Antología 2012/2016. Coord. Antonio Orihuela. Amargord, 2017.

Imagen: Paul Klee. Flora auf Sand, 1927.

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