Frente a mi casa, un bidón metálico.
En mi mano derecha, una bolsa de basura.
Dentro se mezclan
mis ganas de dominio,
mis distracciones y adicciones,
mi distancia del mundo,
mi coraza, mi ego, mi ceguera.
En la otra mano llevo
una lata de líquido inflamable.
Arrojo a la basura el bidón.
La rocío.
Luego le prendo fuego
con mi única cerilla:
mi esperanza en nosotros.
Ariadna G. García. En (Tras)lúcidas. Poesía escrita por mujeres (1980-2016). Edición de Marta López Vilar. Bartleby, 2016.
Imagen: Gregory Crewdson
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