El amor como un libro de cocina
escrito en un idioma diferente
a tu lengua materna,
en cuyas páginas sólo registra
indescifrables platos combinados,
guisos desconocidos,
salsas extrañas, raros ingredientes
en una mezcla de rompecabezas.
Tu labor es desentrañar palabras,
aprender la cocción sobre la marcha.
Menos mal, te consuelas,
que el libro viene con ilustraciones.
Luis Javier Pinar. Manual para malos comensales. Septentrión, 2018.
Imagen: Semión Agroskin
Menos mal que el libro suda, canta y se despoja, lentamente,
ResponderEliminarde las ilustraciones.
Salud!
Aunque tanto palabras como ilustraciones puede haberlas cargado el diablo de la poltrona de la Corporación. Eso sí, el canto y el sudor, menos. Salud, Loam!
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