Entre el verbo Tener y la estación del Ser
hay trenes de ceniza.
No existen pasaportes para la libertad, sólo férreos deseos
de saber dónde estoy, y encontrar a mi hermano, y
hacer con su mirada los cimientos perfectos de una casa…
No existen estaciones que nos hagan volver, ni oficinas de objetos
limpiando las mentiras de nuestros equipajes.
No se puede volver, no existe pasaporte para la libertad,
fronteras entre el miedo porque el miedo está en ti,
Holocausto que quema la ternura…
No se puede tener más allá de los precios razonables
que existen en el aire, más allá de las casas razonables
que existen en el aire, más allá de los bancos razonables
que existen en el aire. No se puede tener, no se puede volver,
no existen pasaportes para la identidad…
…Aventúrate al mundo,
pregunta por tu hermano…
Miguel Velayos. Política sesions. Vitruvio, 2013.
Imagen: Semión Agroskin. Цистерны.
No hay comentarios:
Publicar un comentario