Y detrás de las vitrinas los maniquíes hacían reverencias y cebaban
a los que girábamos interminablemente en la rueda voraz de la mercancía sin lograr nunca el abrazo de nuestro propio reflejo
No faltaría más por supuesto repetían amablemente
y en sus libretas de baile anotaban los nombres de sus próximas parejas
mientras la orquesta desenfrenada volvía a atacar la pavana de los deseos
y la gelatina de la ilusión desbordaba en las copas granate del rendimiento
Sacha Viveros. El borrador absoluto. Nebulosa, 2018.
Imagen: Man Ray. Dora Maar, 1936.
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