lunes, 2 de agosto de 2021

[En mi casa mi padre]


 

En mi casa mi padre

no se va, coge el mechero

y dice

espera,

espera,

verás,

verás.

Yo le tiro del tejado.

Una zapatilla en mitad de la carretera.

 

 

Conrado Santamaría. Lóbiter (Archivo de crisis). Amargord, 2019.

Imagen: Eugeni Forcano. La inocencia en la ventana, 1965.

7 comentarios:

  1. Justicia sin puñetas.

    Salud, Conrado.

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    1. Sin puñetas ni capilletas ni cuchufletas. Salud, Loam!

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  2. El daño -sea sutil o tosco- siempre viene de lejos, por la vil usura de generación que pide dueños en vez de padres.
    Salud!

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    1. Una gran verdad, LaNanaFea. Y también al revés, una generación que pide esclavos en vez de hijos e hijas. SAlud!

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  3. Si, de hecho a eso quise apuntar: “padres” que se adueñan y tratan a los hijos desde la utilización, impelidos por una vil usura (la del mercado). Salud, Conrado.

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    1. Es lo que tiene el leer deprisa. Las dos sentencias, no obstante, son distintas y una y la misma. Las dos caras del equivalente general, es decir, el dinerito. Salud!

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    2. Lo de deprisa lo decía por mí, claro está. Salud!

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