La despedida como un arma blanca
alojada en la palma de las manos
pequeña, punzante, quebradiza:
como la herida breve
de una cuchilla de afeitar.
Jamila Medina Ríos. Del corazón de la col y otras mentiras más. Amargord, 2019.
Imagen: Chema Madoz
Incisivo poema (por la cuchilla también).
ResponderEliminarSalud!
Una buena despedida para cuando sales de ciertos lugares henchidos de autosuficiencia paternalista. Salud, Loam!
EliminarAsí la vida: un filo entrecortado, un lapso absurdo, una demora insalvable.
ResponderEliminarAsí es, ander, un abismo insalvable, pero cuidado con esas otras vidas inauténticas que desde arriba nos quieren construir. Salud!
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